COMENTARIO ACERCA DEL TEXTO:
“¿POR QUÉ NO LEEN LOS COLOMBIANOS?”
Por Hernán Darío Caro
ESTUDIANTE: Diana Milena Motato Torres c.c 30.401.981
1. El texto en mención data del año 2000 según lo manifiesta el docente de la clase; es de anotar, que en el texto dicha información se excluye lo cual es relevante al momento de realizar la explicación filológica y literaria. Presumo entonces de que dicho texto puede ser un artículo para algún diario o revista dado que su naturaleza no se encuentra explícita en el mismo. Es un texto de tipo argumentativo, que se basa en un informe de los investigadores del ministerio de cultura y, posteriormente, en la historia nacional y en otras investigaciones realizadas en diferentes ámbitos.
2. Acude a la función referencial y a la vez a la función apelativa. Involucra al lector al diálogo formulando hipótesis acerca de los planteamientos y de las afirmaciones que allí aparecen.
Es un texto escrito en prosa dividido en diferentes párrafos los cuales contienen algunos postulados acerca de los motivos por los cuales no leen los colombianos. El autor plantea tres razones principales y procede a explicarlas exponiendo argumentos basados en lecturas o estudios anteriores. El tono utilizado por el autor es persuasivo, procurando aclarar un postulado y darle la explicación correspondiente, pero a la vez procurando que el lector asuma la postura que en el escrito se pretende que asuma (“Así, tengo la confianza de que mi propuesta, por su seriedad, su solidez y su carácter práctico, recibirá el beneplácito de todo aquel que la aborde con un espíritu libre de prejuicios”).
Con base en la relación entre las partes del escrito, considero que carece de desarrollo ya que en la presentación trae a colación tres causas por las cuales los colombianos no leen y en el texto sólo se especifica y se sustenta la primer causa y de allí de concluye el tema. La presentación es adecuada e invita al lector a conocer acerca del postulado pero al concluirse (y al faltarle desarrollo al tema), queda la sensación de que sólo fue un abrebocas y que hace falta discurso en la presentación.
3. Es un texto utilitario pues tiene como objeto la referencia y el argumento de posiciones y puntos de vista. En la parte final del texto se expone de manera irónica la forma de cómo Colombia solicitaría ayuda a Estados Unidos para construir vías férreas, para lo cual el autor plantea algunas situaciones, a mi parecer, de manera burlona pero sustentada en hechos reales.
El escrito posee una adecuada entonación en el cual predomina la entonación enunciativa resaltando en algunos apartes la entonación interrogativa al acudir a los posibles planteamientos que se puede hacer el lector la realizar el ejercicio de comprensión lectora.
El nivel léxico semántico del texto es rico en la pluralidad del lenguaje utilizado, el nivel de la lengua es familiar y se emplean términos de tipo respetuoso y cortés al momento de acudir al lector.
Haciendo referencia a los efectos evocadores, en el texto se menciona “la feria del libro” y las frases que el señor presidente pronunció en aquel entonces; es de anotar, que no se menciona la fecha ni el lugar en el cual se dio este evento. Tampoco se pone en manifiesto el público al cual estaba dirigido el discurso y el efecto que este provocó en los oyentes. Carece de información básica que contextualiza al lector en el espacio y en el tiempo en el cual se dieron los hechos.
De igual manera se plantea una alternativa de solución a la problemática presentada, empero, esta es manifiesta en una actitud desesperanzadora ante el hecho al emitir frases como: “si tenemos suerte”, “Dios nos ayude” lo cual podría interpretarse que antes de proponerse una alternativa ésta se está dando por rechazada y más aún poco viable por el tiempo de aprobación y más aún de ejecución.
4. De acuerdo con el análisis semiológico, se puede interpretar que a pesar de proponer la construcción de vías férreas en el país como alternativa de solución a la falta de lectura de en los colombianos, lo que en realidad se pretende es poner en manifiesto una situación latente que es la tramitología en la burocracia colombiana y la dependencia de un gobierno extranjero para que intervenga en nuestras problemáticas. También se aborda el tema de la mano de obra mal remunerada como cooperante en el desarrollo de esta propuesta.
El autor: Hernán Darío Caro, hizo estudios de Filosofía en la U. Nacional de Colombia. Actualmente estudia Filosofía e Historia en la U. Humboldt de Berlín y trabaja como docente de castellano y culturas latinoamericanas en la U. Europea de Viadrina, en Frankfurt del Oder, Alemania. Ha traducido y comentado textos de Immanuel Kant, Jonathan Swift, Voltaire y Bertolt Brecht. Con base en lo anterior se puede afirmar que su formación académica le permite emitir juicios acerca del comportamiento de diferentes culturas latinoamericanas, incluida Colombia, y su comportamiento ante diferentes fenómenos sociales o su aceptación o rechazo hacia algunos hechos y estímulos.
No existe mayor información acerca del autor lo cual dificulta determinar su edad, condiciones físico-sociales, por ende no es posible establecer las relaciones que enlazan el texto con la sociedad que le tocó vivir al autor.
5. Considero a título personal que las razones planteadas en el texto, acerca del porqué los colombianos no leen, carecen de fundamento y lógica las cuales manifiesto a continuación:
Si una de las causas fue la destrucción de Bogotá a causa de una turba enardecida, además del sistema del tranvía, ¿cuál fue el fenómeno que detonó dicha problemática en el resto del país? O acaso ¿Fue la inexistencia de este medio de transporte masivo?. Con todo el respeto que Don Darío se merece, no puedo estar de acuerdo con sus planteamientos ni con los de los investigadores del ministerio de cultura. No se pretende en ningún caso desconocer el hecho de que sólo soy una estudiante con vasto conocimiento acerca del tema y que se adentra de manera paulatina en las primeras cunas del conocimiento; sólo quiero dejar por sentado, que en el proceso de formación académica son múltiples los estímulos que se reciben con el fin de asumir un buen patrón de lectura, y más aún una cultura que invite a la adquisición del conocimiento y de la información a través de este medio, empero, el resultado no es el que se espera. De manera respetuosa considero que las estrategias utilizadas no son las más eficaces para la adquisición de este hábito y más aún cuando las lecturas propuestas para esta etapa de la vida son impuestas. ¿Qué pasa entonces, con los avances tecnológicos que hoy en día ocupan nuestra atención y nuestro tiempo y que nos retraen del sagrado hábito de la lectura?. Quienes tienen la fortuna (o la desdicha) de viajar en el metro de Medellín, pueden determinar la cantidad de personas que leen y la cantidad de personas que prefieren realizar otro tipo de actividades mientras viajan (conversar, detallar a los demás, escuchar música con audífonos o incluso dormir) y estarán de acuerdo con mi planteamiento que abunda el segundo tipo de personas quienes cumplen con estas características. De lo anterior deduzco que la falta de sistemas ferroviarios en nuestro país no es la causa de la inexistencia del hábito de la lectura.
Quiero preguntar al autor cuales son las causas por las cuales la ferocidad de la naturaleza y la topografía colombiana interfieren con la adquisición de un buen hábito de lectura. Acaso ¿la naturaleza arrasó con los libros? ¿el transporte de los textos se hizo más complicado?. Además la tradicional y casi esencial corrupción de los funcionarios de nuestro país ¿cómo interfiere en este proceso? Presumo que los recursos destinados para la cultura y la formación toman otros rumbos y por ello Don Darío realiza este planteamiento.
Considero pertinente estudiar causas como:
v La proliferación de tecnologías en niños y niñas a temprana edad.
v La saturación de actividades extra en las cuales la lectura no ocupan ningún espacio (clases de natación, danzas, pinturas, tenis etc).
v Los jóvenes prefieren el messinger, el facebook, el celular de última tecnología, el ipod, los video juegos entre otros, como medio de interacción y de disfrute del tiempo libre.
v Las estrategias empleadas en los centro de formación no son las adecuadas para incentivar el hábito de la lectura.
BIBLIOGRAFÍA
EL COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS. Félix Bello.
¿POR QUÉ NO LEEN LOS COLOMBIANOS? Por Hernán Darío Caro.
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